Ica es una tierra esotérica y su gente es profundamente religiosa. Tiene paisajes con dunas de arena, valles y sol casi todo el año. También es una región agrícola por excelencia, en donde campos de algodón, haba y espárrago, así como plantaciones de cítricos y vid, alternan sus fértiles tonalidades, con extensos desiertos, con impresionantes texturas y colores. En sus territorios se desarrollaron algunas de las culturas más importantes del antiguo Perú, como las de Paracas y Nazca, que dejaron un rico legado cultural y arquitectónico que aún perdura a pesar del tiempo, la arena y los vientos.

Las visitas obligatorias son: La Reserva Nacional de Paracas un área costera natural, protegida por el Estado, y que, entre sus playas y formaciones rocosas, de una belleza impresionante, sirve de refugio a focas, nutrias, pingüinos, delfines y más de doscientas aves. especies, incluidos flamencos, aves migratorias costeras y aves guaneras. En la Provincia de Nazca, a poco más de 100 km. de la ciudad de Ica, se encuentran las famosas Líneas de Nazca, uno de los mayores enigmas arqueológicos del mundo, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad, por la UNESCO, en 1994. Se trata de una serie de líneas y dibujos, trazados en la arena. , entre los que destacan la Araña, el Colibrí y el Mono, que se pueden apreciar, mientras sobrevuelan la zona, a bordo de una avioneta.

En el Departamento de Ica existen numerosas bodegas, algunas de las cuales tienen más de 400 años. La mayoría de ellos se pueden visitar, ya que son empresas familiares, heredadas de generación en generación, donde se producen deliciosos piscos y vinos, de excelente calidad. Luego, la Laguna Huacachina es un oasis verde, enclavado entre dunas de arena, y situado a solo unos minutos de la ciudad de Ica. Finalmente, Chincha es un hermoso valle, donde se originó la muy famosa y rítmica música afroperuana.