Lima fue fundada en 1535 y, en poco tiempo, se convirtió en la ciudad más importante de América. Hoy cuenta con más de 9 millones de habitantes y acoge a inmigrantes de todo el mundo, lo que la convierte en una ciudad mestiza, por excelencia.

En su Centro Histórico, declarado como Patrimonio Cultural de la Humanidad, Patrimonio por la UNESCO, se pueden apreciar espléndidas muestras de arquitectura colonial, como el Palacio de Gobierno, Plaza de Armas, Catedral, Monasterio de Santo Domingo y el de San Francisco, así como bellos balcones de madera esculpida y antiguas portadas de piedra labrada, con los escudos de las familias que los hicieron construir.

Por otro lado, Lima también es una fuente inagotable de cultura, y muestra de ello es la existencia de multitud de museos, como el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia, y el Museo Arqueológico Rafael Larco Herrera que albergan invaluables incas y prehistóricas. Tesoros incas.

En cuanto a elementos de la historia y la cultura prehispánica, imponentes monumentos arqueológicos, como la Huaca Huallamarca o la Huaca Pucllana, parecen brotar del suelo, en pleno centro de la ciudad y en los alrededores de Lima. Frente al mar, se encuentra Pachacámac, el Santuario preincaico más importante de la costa peruana, construido en el siglo III.

Otro de los grandes atractivos de la ciudad son sus playas, donde se pueden practicar deportes acuáticos, disfrutar del sol o, simplemente, observar la belleza del Océano Pacífico.

A lo largo de su excursión, por nuestra capital, no se pierda una de las mejores gastronomías del mundo. En efecto, la ciudad ofrece una amplia y variada oferta gastronómica, para todos los gustos y presupuestos, desde restaurantes de categoría internacional y turística, hasta acogedores, típicos y locales, en los que tendrás la oportunidad de elegir y degustar deliciosos platos, en un variedad que nace de la fusión de tradiciones culinarias europeas, africanas y asiáticas, con las andinas, selváticas y costeras.